Efectivamente, desde Windows XP no se puede formatear ni la partición de sistema (ésta puede coincidir con la de inicio, aunque no es necesario, y contiene los archivos hardware precisos para el sistema actual) ni la de inicio (que contiene Windows y todos sus archivos). Hay dos opciones para hacer esto. La primera es tener un disquete de arranque de una versión anterior de Windows. Con éste, podremos arrancar y usar el programa fdisk para eliminar la partición/particiones. Luego reiniciamos y, de nuevo con el disquete de arranque, echamos mano del famoso comando format.Si no podemos optar por esta posibilidad porque no contamos con el susodicho dispositivo, otra opción es usar el propio CD de Windows XP. Primero debemos asegurarnos de que en la BIOS el arranque es en el CD-ROM. Luego, esperamos a que se ejecute automáticamente la instalación hasta el punto en donde podemos seleccionar y cambiar las particiones y formatearlas posteriormente. Después, podremos cancelar la instalación o continuar si eso es lo que queremos.
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