El hecho de que un disco duro esté fijado como maestro o esclavo no tiene por qué afectar al inicio de una máquina, siempre que la BIOS esté correctamente configurada o se utilice uno de los numerosos gestores que mantienen actualizada la información de la partición de arranque. Si ésta pertenece a un dispositivo que está definido como esclavo, es posible seleccionar el orden en el que queremos que nuestra BIOS busque sectores de arranque en los diferentes periféricos. Este método es tremendamente útil a la hora de iniciar la máquina desde un CD o un disquete, lo que resulta inevitable al instalar nuevos sistemas operativos.Para ello, tan sólo debemos acceder a la BIOS y cambiar el orden de arranque, de modo que el primer dispositivo en arrancar sea cualquiera de los discos duros presentes, o aquel en el que resida la partición encargada de iniciar la máquina. El procedimiento en tu caso será el siguiente. Al encender el ordenador y antes de que se ejecute el sistema operativo, pulsa la tecla que te permite acceder a la BIOS (normalmente "Supr"), acude a la configuración avanzada y busca la opción de configuración de arranque (habitualmente llamada Boot Sequence). Te encontrarás con que, al desplazarte entre las distintas posibilidades, te aparecerán CD-ROM, Floppy y los distintos discos duros, que suelen estar nombrados como HD0, (también IDE0, etc.). Si tenías configurada la BIOS con, por ejemplo, HD0, probablemente deberás cambiar este valor por HD1.
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